Cantos El Texcoco II.
- Ricardo Piñon
- 25 sept
- 1 Min. de lectura
II : Comer
La hora de la comida… ese momento tan sagrado en el que “la barriga queda llena y el corazón contento”. La vida puede parecer no tener sentido, pero ¿a quién le interesa que lo tenga cuando puedes tener unos tacos de barbacoa en la mesa, una cerveza, música y buena compañía?
No hay nada como compartir los alimentos con nuestros seres amados: masticar una carne jugosa, sentir los granos de sal, el sabor de las especias, verlos a ellos disfrutar del mismo modo. Ese ha sido, desde antiguo, el mayor placer del mamífero: comer rico, gozando de amor y santa paz.
III: Beber.
El agua es vida, la vida es sagrada y, por tanto, el agua también lo es; beberla es ser tocado por Dios. Tan generoso es Él que nos dio limones, caña de azúcar y chía para preparar el “agua de la casa” aquí en Texcoco, esa bebida que refresca la garganta y el alma. También nos regaló la inteligencia para entender la fermentación y crear bebidas con alcohol. Agua simple, con limón o con piquete, no importa: beber siempre es motivo de celebración. Así que, amigos, como dijo Baudelaire: embriáguense… de agua, limonada o vino, pero embriáguense un rato.




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